Colombia es una sociedad pluralista, que
abraza los contrastes y en la que todo es posible; donde
se celebran las diferencias en los grupos étnicos,
políticos, culturales y religiosos, considerados una parte
vital y neurálgica del país. En este abanico de personajes
que nutren y diversifican el panorama de las calles y
de la cultura de Colombia, los judíos se han integrado
completamente donde han encontrado un hogar y una forma de vida sin tener que renunciar
a su idiosincrasia.
Lo primero es saber como fue la llegada del judaísmo a Colombia: Los primeros judíos que arribaron a Colombia vinieron embarcados en las carabelas de Cristobal Colón según el libro "Los judíos en Colombia" el cual fue realizado por un equipo de 11 investigadores y fue editado por Alfonso Velasco Rojas un colombiano que a pesar de no ser judío tiene gran experiencia en esta área.
La migración judía más grade llegó a Colombia en el año 1920 gracias a los conflictos en Europa y las guerras mundiales. Una vez en Colombia, los judíos empezaron a formar su economía con la venta puerta a puerta de prendas de vestir a crédito y por eso se les considera los pioneros del sistema de créditos de Colombia. Luego empezaron a fabricar las prendas y a montar sus propios negocios principalmente en la ciudad de Bogotá siempre contando con el respaldo de la comunidad judía internacional.
Empresas como Bavaria fundada por Leo Siegfried Kopp, Lafayette, Grasco fundada por Carlos Haime Baruch, la cadena de hoteles Dann fundada por la señora Gutta Knorpel y su hijo y la empresa de aviación comercial Scadta (que dio origen a lo que hoy es Avianca) también liderada por un judío Germán Efromovich.